El 5 de febrero de 1975 la dictadura militar exhibió lo que hacen siempre las clases dominantes para contener la lucha popular y perseguir a sus opositores: el terruqueo, tal y como hoy lo hace el Estado peruano contra los luchadores sociales y especialmente contra los que han sido sentenciados en el operativo fascista del caso Perseo.
A ello le agregan las matanzas, el control militar, y los estados de emergencia o los toque de queda, como hubo el 5 de febrero.
Mediante la prensa parametrada se exhibía fotos de personas en sus periódicos para que se les tire dedo y puedan detenerlos.
Luego de la protesta popular cientos de luchadores tuvieron que ingresar a la clandestinidad.
La dictadura militar se equivocó de método pues la lucha popular siguió y cerro también en 1980 el periodo de la dictadura militar.